El término ‘interés compuesto’ se encuentra frecuentemente en el ámbito de las finanzas y las inversiones. A pesar de que, su significado podría no resultar evidente de inmediato, en realidad, su comprensión es bastante accesible y puede tener un impacto considerable en su situación financiera.
Este concepto tiene bastante relevancia tanto en el ámbito de la inversión, como en el de las deudas, por esta razón, es algo que todos aquellos que buscan planificar su futuro financiero, deberían tener en cuenta.
¿Qué es el interés compuesto?
El interés compuesto se basa en el principio de invertir tu dinero, con el cual, no solo ganas intereses sobre tu capital inicial, sino que también generas intereses sobre los intereses previamente acumulados.
Por lo tanto, cada año que mantengas tu dinero invertido, obtendrás intereses no solo sobre el capital original, sino también sobre los intereses acumulados de años anteriores.
Esto implica que, tu dinero no solo crece con el tiempo, sino que también aumenta su ritmo de crecimiento con el paso de los días. Este concepto se puede ilustrar con algunos números básicos.
Por ejemplo, si inviertes $1000 con una tasa de interés del 10%, al final del primer año tendrás $1100, lo que significa que has ganado $100 en intereses.
En el segundo año, ganarás $110 en intereses, que representan el 10% del capital original más el 10% de los intereses obtenidos en el primer año. Este patrón continúa, y en el siguiente año ganarías $121, y así sucesivamente.
La tasa de acumulación del interés compuesto, a veces llamada “capitalización”, también depende de la frecuencia de los pagos de intereses.
Si los intereses se pagan semestral, trimestral o mensualmente en lugar de anualmente, el monto total de intereses ganados durante el año será mayor, ya que, de esta manera, se generan intereses sobre los intereses acumulados en esos intervalos más cortos de tiempo.
👉 Importante: los intervalos de tiempo para el pago de intereses dependen del producto de inversión que elijas. Algunos hacen el pago en períodos establecidos y otros cuando se hace el retiro de la inversión.
¿Por qué el interés compuesto es tan poderoso?
Es un concepto increíblemente poderoso porque permite que tus ahorros continúen creciendo incluso si no aumentas la cantidad que inviertes.
A lo largo de un período largo, esto puede marcar una gran diferencia y explica por qué los expertos en finanzas a menudo enfatizan la importancia de comenzar a invertir temprano.
Imaginemos que alguien comienza a invertir $100 al mes a los 30 años y lo hace hasta los 60 años, con una tasa de interés anual del 10%. En este escenario, habría acumulado un total de $217.132,11. Sin embargo, si esta persona hubiera comenzado a invertir $100 al mes a los 20 años, luego dejara de hacerlo a los 30 y simplemente mantuviera el dinero en la cuenta hasta los 60, habría acumulado $367.090,06.
En este ejemplo, la ‘magia’ del interés compuesto demuestra que ahorrar durante 10 años, puede ser más beneficioso que ahorrar durante 30 años si se comienza más temprano.
Aunque este ejemplo es bastante simple y se puede definir fácilmente con una calculadora de interés compuesto o una hoja de cálculo, en situaciones de la vida real, pueden intervenir otros factores como la inflación, las fluctuaciones en las tasas de interés y los retiros o depósitos adicionales, lo que influirá en el crecimiento de tus inversiones.
¿Cómo calcular el interés compuesto?
El cálculo del interés compuesto se realiza utilizando la siguiente fórmula:
P = C (1 + r/n) nt
- ‘C’ representa el monto de dinero que tienes disponible para invertir inicialmente,
- ‘r’ es la tasa de interés,
- ‘n’ indica la frecuencia de los pagos de interés,
- ‘t’ es el período de tiempo en años durante el cual se invertirá el dinero,
- ‘P‘ es el valor final de tu capital.
Si no te sientes cómodo con las ecuaciones, no te preocupes por ingresar los números manualmente, ya que hay varias herramientas en línea que pueden hacer este cálculo por ti.
¿Cómo aprovechar el interés compuesto?
Puedes aprovechar el interés compuesto en diversas formas. Uno de los métodos más comunes, es a través de la inversión en instrumentos financieros que generan intereses o rendimientos periódicos.
Aquí hay algunas opciones donde se puede aplicar el principio del interés compuesto:
Cuentas de ahorro y depósito a plazo (DAP):
Estas son alternativas más conservadoras, en las que depositas dinero en una cuenta de ahorro o en un depósito a plazo y ganas intereses sobre tu saldo. El interés compuesto entra en juego a medida que los intereses se agregan a tu cuenta y generan más intereses con el tiempo.
Acciones y fondos mutuos:
Invertir en acciones o en fondos mutuos, también puede involucrar el interés compuesto, especialmente si reinviertes los dividendos o las ganancias de capital en lugar de retirarlos.
Las ganancias se acumulan y generan rendimientos adicionales con el tiempo.
En el caso específico de los fondos mutuos de Credicorp Capital Asset Management S.A. Administradora General de Fondos, es importante destacar que estos fondos a menudo aplican el principio del interés compuesto al reinvertir automáticamente las ganancias y los dividendos generados por las inversiones subyacentes en el propio fondo.
Esto significa que, tu inversión no sólo crecerá debido al rendimiento de los fondos, sino también debido al interés compuesto sobre esas ganancias reinvertidas. Esto puede llevar a un crecimiento significativo de tu inversión a largo plazo.
Sin embargo, ten en cuenta que todas las inversiones conllevan riesgos, y es importante comprender estos riesgos y tus objetivos financieros antes de invertir. Además, considera consultar con un asesor financiero o experto en inversiones para tomar decisiones informadas, sobre cómo aplicar el interés compuesto a tu estrategia de inversión.
Bonos
Los bonos son instrumentos de deuda emitidos por gobiernos o empresas. Ofrecen pagos de intereses periódicos que pueden reinvertirse para aprovechar el interés compuesto.
El interés compuesto es una herramienta poderosa en las inversiones, permitiendo que tu dinero crezca de manera exponencial con el tiempo.
Puedes aplicarlo en cuentas de ahorro, inversiones en acciones, bonos y fondos mutuos, como los ofrecidos en plataformas digitales como tyba. Comprender y aprovechar el interés compuesto, es esencial para construir un patrimonio sólido a largo plazo.